jueves, 15 de noviembre de 2012

La Mejor Alumna – Parte III: La Alumna Modelo (I).

Érase una vez un gran maestro. Venerado y a la vez no completamente correspondido. El maestro, líder y también conductor, como gustaba llamarse, tiñó su tierra de sabiduría. Sus discípulos, interpretaron sus enseñanzas, de tantas maneras como discípulos hubo. Y la mayoría de su pueblo lo seguía. Como los tiempos de la historia no son finitos, hubo que aguardar casi 35 años para que surgiera la mejor intérprete del conductor. El líder legó varios de sus documentos.

Este punto, fue en realidad el origen de todo el análisis de la saga de la mejor alumna. Era abril de 2011, y en un editorial de Hernán Brienza en el diario Tiempo Argentino, este gran pensador del campo nacional y popular hacía mención al tercer Perón. El de la Unidad Nacional y el Modelo Argentino.

Está claro que quienes dicen que este gobierno no es peronista no leyeron el legado póstumo del gran conductor nacional. En cambio, a lo largo del documento, podemos leer varias medidas del gobierno de Cristina Fernández (cuando no también de Néstor Kirchner). Para lograr comprender por qué afirmo que Cristina es la “Alumna Modelo” retrocedamos juntos en el tiempo hasta la presentación del mismo, en 1974. En su Modelo Argentino, Juan Domingo Perón decía cosas como esta:

“No se vence con violencia: se vence con inteligencia y organización”; “las conquistas alcanzadas serán inamovibles y seguirán su curso”; “necesitamos seguir estructurando nuestras organizaciones y hacerlas tan poderosas que en el futuro sean invencibles”; “el futuro será nuestro”.

En 2012 este párrafo se interpreta del mismo modo y se expone como “Unidos y Organizados”.

Debido a la fuerza argumental e importancia del Modelo Argentino, lo voy a separar en varias ponencias por temas.

Parte III.1: La Integración Latinoamericana y la Globalización.
“La hora de los localismos cede el lugar a la necesidad de continentalizarnos y de marchar hacia la unidad planetaria." “Para construir la sociedad mundial, la etapa del continentalismo configura una transición necesaria. Los países han de unirse progresivamente sobre la base de la vecindad geográfica y sin imperialismos locales y pequeños. Esta es la concepción de la Argentina para Latinoamérica: justa, abierta, generosa, y sobre todas las cosas, sincera”.
“A niveles nacionales, nadie puede realizarse en un país que no se realiza. De la misma manera, a nivel continental, ningún país podrá realizarse en un continente que no se realice. Latinoamérica es de los latinoamericanos. Tenemos una historia tras de nosotros. La historia del futuro no nos perdonaría el haber dejado de ser fieles a ella."
“El mundo será universalista; la organización de los países del Tercer mundo constituye una forma de tránsito necesario hacia un universalismo justo; la etapa del continentalismo, a su vez, es un camino para ambas cosas. Nuestra Argentina tiene que tener un papel activo y relevante en todo este proceso y no debe seguir resignadamente lo que elaboran los demás.”

Estos párrafos se los podemos anotar a la cuenta de Néstor, el mentor de la UNASUR. Cristina continúa con esta política de integración de la Patria Grande soñada por Manuel Ugarte hace ya un siglo, y ha desempeñado el lugar que el Modelo Argentino le auguraba, desde la presidencia del G-77 más China.

Parte III.2: El Objetivo de la Coincidencia Nacional y la Comunidad Organizada.
Cristina es “la presidenta de los 40 millones de argentinos” y así lo expone. La guía el objetivo enunciado por Perón: “La grandeza del país y la felicidad del Pueblo argentino”.
De su lado, “La fuerza del amor”. Del otro lado, como lo expresara el General, el odio cacerolero…:
“No tengo dudas que éste es un momento crucial de nuestra Patria; o profundizamos las coincidencias para emprender la formidable empresa de clarificar y edificar una gran Nación, o continuamos paralizados en una absurda intolerancia que nos conducirá a una definitiva frustración.”

Sigue diciendo Perón: “Alguna vez prediqué la armonía como categoría fundamental de la existencia humana; sigo creyendo en ella como condición inalienable para la configuración de la Argentina que todos anhelamos. Esa básica consonancia excluye la violencia e implica comprender que el único camino para la construcción fértil es partir de ideas, valores y principios, cuya práctica concreta no cercena el cauce de la paz”. “Esto no distorsiona en absoluto la vocación de cambio del Justicialismo, concretado en este Modelo Argentino: ya he afirmado que la doctrina es revolucionaria en su concepción, pero pacífica en su realización.”

¿A qué recuerda entre otros el párrafo anterior? Saliendo de la Argentina y llevándolo al plano de las relaciones exteriores, me viene a la mente la reciente ponencia de la presidenta frente al Comité de Descolonización de la ONU el pasado 14 de junio.

Parte III.3: Guía Programática y Político Administrativa (o teléfono para algunos).
“La conducción política es una materia indelegable de quien ejerza la Primera Magistratura, y ella da sustento a la capacidad de hacer en lo político-administrativo, que corresponde a las decisiones y acciones que se adopten a través de los mecanismos corrientes del gobierno”.
“Las condiciones objetivas que hacen a la conducción superior, implican que nadie puede gobernar sin el apoyo del Pueblo, ni en Argentina ni en ningún otro país. Significa también que el Proyecto final es del Pueblo y no de determinados gobiernos, ni de minorías intelectuales”.

A ver si queda claro. La Conducción del Movimiento Nacional y Popular (ya más amplio que el Peronismo o el Kirchnerismo mismo), es de quien ejerce la primera magistratura, o quien esta designe. Que lo hace con el apoyo del (y para el) pueblo. Y no hay “vanguardia” que valga, ni quienes se puedan arrogar una representación mayor (¿sindicalistas tal vez?).

Parte III.4: Ideología y Doctrina Nacional
“La conformación ideológica de un país proviene de la adopción de una ideología foránea o de su propia creación. Con respecto a la importación de ideologías -directamente o adecuándolas- se alimenta un vicio de origen y es insuficiente para satisfacer las necesidades espirituales de nuestro Pueblo y del país como unidad jurídicamente constituida.”

Esta idea la resume Arturo Jauretche (uno de los favoritos: de la Presidenta, mío, y tuyo seguramente también) al decir que los problemas argentinos debemos pensarlos en argentino, y también los expone muy bien la Licenciada Ana Jaramillo, rectora de la Universidad Nacional de Lanús y miembro de número del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino y Latinoamericano “Manuel Dorrego”, en su participación en el libro “La Otra Historia”, compilado por el director de dicho instituto, Pacho O’Donnell.

Sigue diciendo el texto del Modelo Argentino:
“Afirmé anteriormente que la importación de ideologías alimenta un vicio de origen. Detengámonos en este problema. Si una ideología no resulta naturalmente del proceso histórico de un Pueblo, mal puede pretender que ese Pueblo la admita como representativa de su destino. Este es el primer motivo por el cual nuestro Modelo no puede optar ni por el capitalismo liberal ni por el comunismo”.
“El rechazo de las posibilidades extremas que nos brindan el capitalismo y el comunismo, no sólo se fundamentan en su desconexión con la estructura íntima de nuestra nacionalidad, sino también en el hecho de que su adopción implica servir automáticamente al neocolonialismo, sea cual fuere su signo doctrinario”.
“Optar por un Modelo Argentino equidistante de las viejas ideologías es decidirse por la liberación.”

¿Se entiende ahora que la creación por parte de Cristina Fernández de Kirchner del instituto antes mencionado no es una estrategia para imponer el “relato” sino que está acorde con la lucha de nuestra Patria por la liberación nacional? El texto anterior remite a las charlas de Perón y Jauretche y Scalabrini Ortiz en los albores del gobierno revolucionario del ’43, cuando los forjistas lo deben haber puesto al corriente de aquello de pensar los problemas nacionales en argentino, y no con recetas foráneas escritas para problemas de otras latitudes.

“Por más coherencia que exhiba un modelo, no será argentino si no se inserta en el camino de la liberación. Es por eso que la progresiva transformación de nuestra Patria para lograr la liberación debe, paralelamente, preparar al país para participar de dos procesos que ya se perfilan con un vigor incontenible: la integración continental y la integración universalista”.

El viejo nos hablaba del Mercosur, la Unasur, la Celac y la unidad latinoamericana que soñaron San Martín y Bolívar. Cristina y Néstor lo hicieron realidad. Y algunos que se llaman (o se creen) peronistas se permiten despreciar el potencial de nuestro subcontinente unido.

Nota: Esta es la tercera parte de una saga de varios capítulos, y continuará en breve. 
Si querés leer las anteriores, estos son los links.

No hay comentarios:

Publicar un comentario